viernes, 25 de agosto de 2017

DEZA, PALAS DE REI Y ARZÚA

En verano si no hace demasiado calor, los recorridos por el interior de Galicia resultan un plan de lo más apetecible. Una de nuestras escapadas pasamos el fin de semana por la comarca del Deza, Palas de Rei y Arzúa y me gustaría compartir con vosotros los encantos de esta parte de mi tierra.
Llegamos a Lalín a la hora de comer, y como siempre nos instalamos en el aparcamiento aledaño al mercado, donde suele haber sitio sin problemas y además está muy céntrico para moverse andando. Hay muchas opciones para una buena mesa aquí, esta vez probamos el Restaurante Asturiano, pegado al aparcamiento que os comentaba y con merecida fama de pescados y mariscos, altamente recomendable.

Fraga de Catasós. Lalín

Desde aquí nos dirigimos a la Fraga de Catasós, que no fue fácil de localizar porque la señalización deja muchísimo que desear... ¡Bendito GPS! Salid de Lalín por la N-525 en dirección Ourense e id atentos. Una fraga es un bosque autóctono donde veremos multitud de robles y castaños centenarios por una ruta sin dificultad, apta para toda la familia y que nos llevará aproximadamente una hora. Es un paseo muy agradable y sombreado y los peludines lo disfrutan muy especialmente.
Os Pendellos de Agolada
Tras el paseo nos acercamos a Agolada tomando la N-640 y allí, en el centro del pueblo, visitamos Os Pendellos, un recinto ferial en piedra y madera que se construyó entre los siglos XVI y XVIII y fue restaurado hará unos diez años. Aquí se celebró durante 200 años una de las ferias más populares y concurridas del interior de Galicia. Anualmente se celebra en julio una feria de artesanía muy popular.
Si podéis, acercaos a la iglesia románica de Santa María de Ventosa, se nos quedó en el tintero, pero es una joya.

Área Recreativa de A Peneda

La siguiente parada fue en Monterroso, donde nos acercamos a conocer el área recreativa de A Peneda, donde están el cámping municipal (que admite autocaravanas) y las piscinas públicas (cuya entrada es gratuita). Hacía fresquito para quedarse y darse un chapuzón, pero disfrutamos del entorno. La única pega que le encontramos es que no se puede entrar con perros.
Una buena disculpa para visitar Monterroso, además del área recreativa, es la Feira dos Bicos

Con este delicioso nombre se citan la música tradicional, comidas populares juegos para niños y una ambientación de principios del siglo XX. Esta fiesta quiere recordar a los emigrantes que retornaban a pasar el verano y eran recibidos con los bicos (besos), así como el hecho de que en la feria anual se concertaban matrimonios y el trato se sellaba con un beso.

Castillo de Pambre. Palas de Rei

Retomando la N-547 en dirección Palas de Rei nuestra siguiente parada fue el Castillo de Pambre, accesible a la visita desde hace más o menos un año y que vale muchísimo la pena, tanto por el edificio en sí como por el entorno y el paisaje que veremos desde lo alto de la Torre del Homenaje.
Vistas desde el castillo de Pambre
Desde aquí fuimos a refrescarnos a los Torrentes de Mácara, un tramo del río Ulla, muy cerca del lugar de confluencia de este río con el Pambre. Es una ruta no demasiado difícil, pero hay que ir con bastante cuidado porque el sendero es muy estrecho y va pegado al río. Encontraremos pequeños saltos de agua, pozas y grandes piedras en las que instalarnos a hacer un picnic.
Ojo con la autocaravana, en la zona de aparcamiento más próxima no os dará la altura por culpa de los árboles, así que dejadla en la carretera, hay algunos tramos que son algo más anchos y se puede aparcar sin problema.

Torrentes del Mácara
En Melide quisimos visitar la iglesia románica de Santa María, aunque no tuvimos suerte de que estuviese abierta en ese momento, por lo que nos perdimos las pinturas renacentistas y el altar románico que su interior alberga.

Santa María de Melide


Terminamos nuestro periplo con una parada para tomar café en Arzúa en el Café Teatro, que os recomiendo si sois cafeteros y donde os pondrán como tapa de cortesía un bizcocho casero fantástico. El queso de Arzúa vale mucho la pena si os queréis llevar algún recuerdo gastronómico de la ruta.
En esta localidad, en dirección a Portodemouros, encontraréis el Museo de la Miel, una visita interesante si vais con peques.

miércoles, 9 de agosto de 2017

MUROS

Barcos de pesca en el puerto de Muros

De vez en cuando nos gusta hacer algún fin de semana en autocaravana de relax, conduciendo poquito y disfrutando de uno o dos rincones nada más. Uno de los lugares a los que nos gusta mucho ir es Muros, una villa marinera que conserva un casco histórico muy agradable con unos característicos soportales.
En invierno no solemos tener problemas para aparcar casi en cualquier lado, pero ahora en el periodo estival tuvimos que instalarnos en el puerto. Al fondo del mismo hay una zona en la que nos permiten la pernocta, hasta llegar a una señal que indica que más allá no podemos entrar. Había más autocaravanas y furgos y pasamos una noche tranquila y sin ruidos, porque aunque en el pueblo había bastante ambiente, en el puerto en ese sentido se está muy bien.
Junto al puerto hay una pequeña playa, que nos dio mucho juego con el niño porque aunque no hacía temperatura de baño, se juntó con otros y un balón, y ya sabéis, este plan siempre funciona.
Cruzando la calle hay un supermercado y si seguís hacia el centro del pueblo, muchas placitas y calles con restaurantes y cafés donde tomar algo en terracitas tranquilamente.

Por los soportales de Muros


Os recomiendo recorrer las calles, si podéis, entrar en la iglesia parroquial y muy cerquita hay un lavadero de piedra que nos comentaron que pronto se restaurará. Ojalá lo hagan, porque este patrimonio vale la pena conservarlo.

El lavadero del pueblo


A la entrada del pueblo hay un molino de mareas que se puede visitar y que seguro que os gusta. Preguntad el horario porque lo han cambiado varias veces, no me atrevo a ponéroslo aquí. Si no os apetece ir caminando, en la explanada que hay junto al molino podéis aparcar con la autocaravana sin problemas, es bastante grande.

Callejeando por Muros

A unos diez minutos del pueblo está el Faro de Monte Louro. En esta ocasión no nos acercamos, pero es un punto con unas vistas preciosas, se puede aparcar al pie del faro y caminar hacia la playa de Area Maior y la laguna de Louro. No tiene ninguna dificultad y el entorno es una maravilla.

Las vistas desde la autocaravana


Además de tomarse algo por el pueblo, os recomiendo un restaurante que nos gusta mucho aquí y que nunca falla a la hora de buscar un buen pescado o marisco, bien frescos, bien cocinados y con un servicio muy agradable. Está cruzando la calle desde donde aparcamos en el puerto, así que imposible perderse. Tiene muy buenas vistas desde el comedor:

Gastro-recomendación:

Restaurante O Castelo. Rosalía de Castro, 1
Una vez más, comimos estupendamente, con el marisco elegido por nosotros en las peceras del restaurante, en un ambiente muy relajado y con vistas al mar. La relación calidad-precio, estupenda.