En Galicia este año estamos teniendo poca suerte con la climatología, así que lo mejor es aprovechar al máximo los días buenos cuando llegan, porque suelen ser pocos, y esto fue lo que hicimos este fin de semana, disfrutar a tope en familia de un par de días fantásticos en Porto do Son y Ribeira.
La reciente apertura del puente de la ría de Noia facilita muchísimo poder acercarse a Porto do Son y su entorno sin tener que atravesar Noia, donde los atascos son frecuentes precisamente por esto, porque hasta ahora para acceder a este ayuntamiento limítrofe, con muchas playas a las que suelen acudir los compostelanos, había que meterse en el centro de Noia.
Detalle del foso del Castro de Baroña |
Nuestra primera parada fue el Castro de Baroña, en el que durante el invierno se estuvo trabajando duro y gracias a eso podemos contemplar perfectamente las dos murallas que lo protegían y el impresionante foso. Una muestra de la cultura castrexa de la Edad del Hierro que os encantará, tanto por su valor y estado como por su emplazamiento privilegiado. Un paseo para hacer en familia más que recomendable. Eso sí, llevad calzado cómodo e id protegidos del sol porque no hay ni una sola sombra.
Seguimos por la carretera que va bordeando la costa, dejando atrás la preciosa playa de As Furnas o el puente medieval del río Sieira, dos puntos que junto con la fervenza o cascada de Ribasieira no podéis dejar de visitar si venís por esta zona. En nuestro caso, continuamos hacia el sur con rumbo a Corrubedo. Hacía años que habíamos visitado las dunas y nuestro niño ya ni se acordaba. La de veces que habré yo escalado estas dunas de niña y bajado a carreras con otros niños! Ahora es un espacio protegido y hemos de pasear por unas pasarelas de madera que nos dejan maravillarnos con el entorno sin perjudicarlo.
Tras la visita a Corrubedo nos dirigimos a un mirador en Ribeira que nos regaló en este día bastante despejado una bellísima panorámica de la Ría de Arousa. El acceso está señalizado y no supone ninguna dificultad para ir en autocaravana, es el mirador que se encuentra junto a la capilla de Santo Alberte. Hemos de cruzar un polígono industrial para llegar y está en pendiente, pero nada complicado y las vistas valen mucho la pena.
Como siempre que nos desplazamos procuramos buscar algún sitio donde nuestro peludo pueda darse un buen paseo, y en esta ocasión fuimos a conocer el Parque de San Roque, que es enorme y donde además de darnos un buen paseo en condiciones, contemplar Ribeira desde varios miradores o hacer una barbacoa o comer de picnic en las zonas habilitadas, podemos hacer un pequeño recorrido donde tenemos reproducciones de diferentes construcciones que pueden verse en esta zona: un castro celta, menhires, un dolmen... No hará falta que os diga lo que disfrutó nuestro niño, sobre todo en el castro celta, en el que las construcciones tenían su tejado de paja y todo.
Ya caía la tarde cuando llegamos a una de nuestras playas favoritas de Ribeira: O Vilar, un arenal extensísimo, de unos cinco kilómetros, con bandera azul y muchos servicios: baños públicos, duchas, socorrismo, amplio aparcamiento y un chiringuito. No hay construcciones cerca, así que el entorno es una maravilla.
Aquí aparcamos y pasamos la noche, junto con dos furgonetas que ya estaban antes que nosotros. Necesitamos calzos, eso sí. La noche fue una maravilla, tranquilidad absoluta y un despertar con vistas al océano que fue todo un regalo estival.
El día siguiente lo dedicamos a disfrutar en familia de la playa. O Vilar es una playa que suele tener bastante oleaje, así que os aconsejo mucha precaución, sobre todo si vais con niños pequeños, no es que sea muy peligroso, pero si no están acostumbrados a las olas nos podemos llevar un buen susto.
Otro consejo, llevad sombrilla, aunque hay bastantes rocas que en un momento dado os pueden dar un poquito de sombra, no está garantizado que consigáis sitio, así que lo mejor es ir provistos de un buen parasol.
Gastro-Recomendación: En Porto do Son el mejor sitio para comer (recomendado el pulpo), es el puerto del pueblo. Nosotros estuvimos en O Chinto hace un tiempo, podéis leer nuestra experiencia en Matibascorner.
Si os apetece en Ribeira daros un buen homenaje en un sitio especial, vuestro restaurante es Gastromanía Casa de Xantares, en Palmeira. Os dejo el enlace al post de Jorge Guitián, que tuvo ocasión de disfrutarlo en primera persona y contarlo con unas estupendas fotos.
Seguimos por la carretera que va bordeando la costa, dejando atrás la preciosa playa de As Furnas o el puente medieval del río Sieira, dos puntos que junto con la fervenza o cascada de Ribasieira no podéis dejar de visitar si venís por esta zona. En nuestro caso, continuamos hacia el sur con rumbo a Corrubedo. Hacía años que habíamos visitado las dunas y nuestro niño ya ni se acordaba. La de veces que habré yo escalado estas dunas de niña y bajado a carreras con otros niños! Ahora es un espacio protegido y hemos de pasear por unas pasarelas de madera que nos dejan maravillarnos con el entorno sin perjudicarlo.
Duna de Olveira, o Gran Duna, de 20 metros de alto |
Vistas desde el Mirador de Santo Alberte |
Ya caía la tarde cuando llegamos a una de nuestras playas favoritas de Ribeira: O Vilar, un arenal extensísimo, de unos cinco kilómetros, con bandera azul y muchos servicios: baños públicos, duchas, socorrismo, amplio aparcamiento y un chiringuito. No hay construcciones cerca, así que el entorno es una maravilla.
Aquí aparcamos y pasamos la noche, junto con dos furgonetas que ya estaban antes que nosotros. Necesitamos calzos, eso sí. La noche fue una maravilla, tranquilidad absoluta y un despertar con vistas al océano que fue todo un regalo estival.
El día siguiente lo dedicamos a disfrutar en familia de la playa. O Vilar es una playa que suele tener bastante oleaje, así que os aconsejo mucha precaución, sobre todo si vais con niños pequeños, no es que sea muy peligroso, pero si no están acostumbrados a las olas nos podemos llevar un buen susto.
Otro consejo, llevad sombrilla, aunque hay bastantes rocas que en un momento dado os pueden dar un poquito de sombra, no está garantizado que consigáis sitio, así que lo mejor es ir provistos de un buen parasol.
Playa de O Vilar |
Gastro-Recomendación: En Porto do Son el mejor sitio para comer (recomendado el pulpo), es el puerto del pueblo. Nosotros estuvimos en O Chinto hace un tiempo, podéis leer nuestra experiencia en Matibascorner.
Si os apetece en Ribeira daros un buen homenaje en un sitio especial, vuestro restaurante es Gastromanía Casa de Xantares, en Palmeira. Os dejo el enlace al post de Jorge Guitián, que tuvo ocasión de disfrutarlo en primera persona y contarlo con unas estupendas fotos.
¡Qué maravilla! Ahora mismo me iba de cabeza a darme un chapuzón a esa playita! Un recorrido muy bonito y del que tomo nota! Un besazo.
ResponderEliminarUna zona preciosa, si te animas seguro que te encanta. Besos!!
EliminarVoy a tener que volver al castro de Baroña, que estuve por allí antes de que hicieran estos trabajos.
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