Estos días estamos pasando bastante
calor por mi tierra, y la verdad es que apetece darse un pequeño
chapuzón. En Galicia, "tierra de los mil ríos", tenemos uno en el que
esto es posible, además de darse un más que agradable paseo.
Cerca de la localidad de Caldas de Reis, concretamente en el municipio
de Barro, entre Pontevedra y Santiago de Compostela, encontramos el Parque Natural Ría Barosa,
donde el río del mismo nombre baja formando pozas en las que los
mayores podemos remojarnos y los más pequeños bañarse utilizando las
piedras a modo de tobogán. Una tarde muy divertida, os lo digo por
experiencia propia.
Llegar hasta aquí es fácil: a la salida de la población de Caldas de Reis, a unos dos km a mano
derecha (si vamos dirección Pontevedra, en caso contrario está a la
izquierda) encontramos el desvío hacia este el parque natural al que da
nombre el río Barosa. Abandonando la carretera nacional entramos en una
pista de firme bastante malo, pero no es necesario ni mucho menos tener
un todoterreno, aunque sí ir con cuidado. A pocos metros de la cascada
podemos aparcar nuestra autocaravana, bien en una pequeña explanada o bien junto a
la pista de acceso, aunque cuanto más nos acercamos más pendientes tendremos que estar de los árboles para no dañar el vehículo.
Nos recibe una pequeña explanada y un puente de madera que nos da acceso
a la parte baja del río, con varios molinos restaurados, uno de ellos
cafetería y restaurante, el Espacio Gastronatural Barosa , un local con dos plantas y
terraza, donde picar algo, tomarse un bocata o incluso un churrasco.
Es muy agradable situarse en la terraza cerca el agua y a la sombra.
Nosotros hemos comido una vez y varias veces hemos ido a tomar helados o
refrescos y salimos contentos.
La planta baja del local tiene como mesas las piedras de moler y los depósitos de
grano desde donde se distribuía el grano para la molienda están
colocados encima, como en los molinos. Muy bonito.
La planta superior tiene una decoración rústica, pero ya no es tan original.
La planta superior tiene una decoración rústica, pero ya no es tan original.
Desde arriba tenemos una vista muy bonita de la caída del río y toda la zona pedregosa que lo rodea, que contrasta con la frondosa vegetación. Además, en el cauce del río hay muchos molinos de agua, como 20, más o menos, y están todos en muy buen estado.
Al llegar a la parte superior hay un pequeño merendero y varios senderos
señalizados que podemos realizar, uno de ellos continúa la subida y el
otro vuelve al punto del que partimos, pero realizando un recorrido algo
mayor con una cuesta menos pronunciada. Este es el que nosotros
hicimos.
Al otro lado de la carretera, antes de iniciar la bajada, hay un remanso con un pequeño bar y una zona de río en la que viven varios cisnes. Un punto simpático si, como nosotros, viajáis con los más pequeños.
Al otro lado de la carretera, antes de iniciar la bajada, hay un remanso con un pequeño bar y una zona de río en la que viven varios cisnes. Un punto simpático si, como nosotros, viajáis con los más pequeños.
Algunas veces podemos ver gente
paseando en caballo, sobre todo fuera de temporada. Os recomiendo la
parada si visitáis la zona, es
un paseo que físicamente no supone esfuerzo, el chapuzón es muy
refrescante y el paraje es digno de
ver.
Vaya, pues otra ruta que me apunto para cuando vuelva por tu tierra. :-)
ResponderEliminarYa vas teniendo una buena colección! :)
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