Ondarroa |
Estrecha calle del centro de Ondarroa |
Seguimos recordando las vacaciones del mes de septiembre... De playa en playa, porque tuvimos la gran suerte de que el tiempo nos acompañase, y mucho. En la segunda parte de este relato "por entregas", nos habíamos quedado en el bosque de Oma e iniciamos esta tercera en otra playa, la de Laga y luego instalándonos en el pequeño y tranquilo pueblo de Ondarroa, donde está permitido instalarse y pernoctar con la autocaravana en el aparcamiento del puerto, con un coste de 4 euros cada 24 horas (con un único pago sólo se puede estar 24 horas, pero si sacamos el vehículo, podemos volver a renovar y así pasar una noche más si nos apetece).
En la localidad no hay área ni ningún servicio específico para las AC.
Pasamos una noche y pudimos disfrutar con el peque de su tranquilísima playa urbana y del paseo, los pintxos del casco viejo y las terrazas frente al mar.
Pusimos rumbo al día siguiente hacia Zarautz, donde hay un área de autocaravanas y pensábamos pernoctar, porque necesitábamos vaciar agua. El área nos sorprendió negativamente, pues se encuentra en una zona industrial, casi pegada a una carretera de gran capacidad y tráfico. No nos gustó nada la idea de pasar allí la noche, de manera que nos limitamos a usar los servicios y dar un pequeño paseo por el pueblo y la playa en las bicicletas antes de poner rumbo a Cantabria para intentar pernoctar en una zona que nos habían recomendado.
Detalle de la playa de Zarautz |
Pasamos la noche junto a la playa de Sonabia, en Liendo, con un acceso estrechísimo en el que rozamos uno de los espejos de la autocaravana. Algunos árboles nos hicieron pasar muy justos en cuanto a la altura y la verdad es que en algunos momentos creímos que no conseguiríamos llegar hasta aquí, pero lo hicimos, aunque muy justitos, y allí, con un par de furgonetas, pasamos una noche tranquilísima en un paraje espectacular.
La playa de Sonabia es nudista y algunos usuarios acuden con sus perros, aunque si no practicáis nudismo ni lleváis perros, os sentiréis igualmente cómodos aquí, es una playa en la que todos somos bienvenidos y todos somos respetados.
Disfrutamos muchísimo de una playa preciosa, limpísima y con pequeñas olas que le encantaron al peque.
A media tarde pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: El Soplao. La subida entre la niebla fue muy lenta, aunque la carretera es excelente, y tuvimos la suerte de llegar a nuestro destino antes de que cayera la noche. Las vacas, que pastan libres por allí, vinieron enseguida a curiosear y pudimos cenar y desayunar con unas vistas realmente impresionantes.
Playa de Sonabia. Liendo |
Vistas desde la autocaravana en El Soplao |
Qué viaje tan chulo. He estado en algunos de los sitios que mencionas y volvería ahora mismo.
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